Amigos de la Tierra ha participado en la Exposición internacional Zaragoza 2008 a través del Pabellón de Iniciativas Ciudadanas (FARO). Se celebraron numerosas reuniones, coordinadas por la Fundación Ecología y Desarrollo, en las que poco a poco se fué perfilando el proyecto de participación de las ONGs y un intenso programa de actos.
Precisamente en este marco el responsable del area de Cambio Climático pudo presentar en una charla el informe de Amigos de la Tierra Internacional sobre los efectos del calentamiento global
sobre los pueblos del Sur.
Durante la primavera 2008 se realizó una visita a las obras del recinto para conocer in situ la evolución del proyecto e intercambiar impresiones con los técnicos y los impulsores de la muestra.
Algunas de las actuaciones vinculadas a la Expo han sido muy
criticadas por los movimientos ciudadanos, ya que implican un
grave impacto sobre el medio ambiente o en el patrimonio de la ciudad.
Amigos de la Tierra tuvo ocasión de expresar públicamente ante el Sr Alcalde de la Ciudad , Juan Alberto Belloch y a Jeronimo Blasco, Director de operaciones de la Expo, nuestro rechazo a la construcción de un azud y el dragado del rio, necesarios para lograr la navegabilidad de éste.
Desgraciadamente y a pesar de las movilizaciones sociales, el
dragado se hizo pero el río no ha sido ni será navegable por su propia dinámica hidrológica, tal como apuntaban los informes científicosen los que nos basabamos.
Aspectos positivos
La Expo tambien ha realizado o impulsado otras actuaciones de indudable interés medioambiental. Entre ellas destacamos la ampliación de lineas de autobus y de la red de carriles bici, unido a un novedoso sistema de préstamo de bicis repartido por toda la ciudad. Pero la remodelación del meandro de Ranillas en un gran parque público con diversas infraestructuras de ocio ha sido probablemente el mayor éxito desde el punto de vista de uso público y conservación de las riberas. Por último, fruto del trabajo de numerosos expertos que participaron en la Tribuna del agua, se aprobó la "Carta de Zaragoza" un documento que recoge las principales aspiraciones, deberes y derechos del ser humano en relación al líquido elemento.
