martes, 19 de agosto de 2014

Amigos de la Tierra Aragón se opone a la práctica de la cetrería

Ante la modificación aragonesa de la normativa sobre tenencia de rapaces, Amigos de la Tierra Aragón se opone a la práctica de la cetrería, salvo en algunas excepciones tales como: empleo de la cetrería para el control de aves en aeropuertos y  como método de control biológico de aves silvestres. Amigos de la Tierra Aragón  ha presentado las oportunas alegaciones ante el Gobierno de Aragón.

En los casos excepcionalmente señalados el número de especies utilizadas debe ser sumamente reducido, restringiéndose a las empleadas de forma tradicional en España, estas aves deben estar equipadas con emisores para localizarlas en el caso de producirse escapes, deben estar adecuadamente marcadas de forma inalterable y con prueba genética tasada. Además los cetreros deben estar adecuadamente formados, contando con una acreditación específica.

Amigos de la Tierra Aragón no cree necesario que se amplíe la lista de especies autorizadas para el ejercicio de la cetrería en Aragón. Consideramos que ya existen suficientes especies autorizadas.

Amigos de la Tierra Aragón es contrario a la tenencia de las rapaces sin orientación a la cetrería y, en este caso, sólo exclusivamente para los casos excepcionales de control de aves para seguridad aérea y para control de aves que puedan suponer plaga. Por lo tanto rechazamos que se puedan emplear como mascotas. Su autorización ocasionaría un mayor descontrol de la actividad, facilitaría escapes o incluso liberaciones.

Rechazamos las exhibiciones de rapaces tanto en centros zoológicos, parques de atracciones como “ferias medievales”. No creemos que se deban mantener de ninguna manera, además proporcionan un mensaje a los ciudadanos, no como animales salvajes sino como mascotas.

Las rapaces tanto las especies autóctonas como las alóctonas, aunque hayan nacido en cautividad, por sus características no son animales adecuados para su confinamiento, transporte en condiciones muchas veces deplorable y su exhibición ante la gente, siempre en situaciones de estrés, ya que es muy difícil proporcionar las condiciones adecuadas para garantizar el bienestar de este tipo de aves.


Además, la tenencia de rapaces contribuye a aumentar la dificultad de control y registro que se debe tener sobre las aves destinadas a la práctica de la cetrería, y aumenta considerablemente el riesgo de que se produzcan escapes o liberaciones intencionadas, con los peligros añadidos de hibridación con ejemplares silvestres

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