domingo, 5 de julio de 2015

Los grupos ecologistas solicitan la paralización urgente de la extracción de gravas del escarpe de Alfocea y solicitan responsabilidades políticas y técnicas por incumplimiento de las normativas existentes.

La Confederación Hidrográfica del Ebro está reforzando y reparando la mota de la margen izquierda del Ebro a la altura de los barrios de Monzalbarba y Alfocea, dañada tras la última crecida y el material para la realización de dicha obra se está obteniendo del escarpe de yesos del barrio situado junto al barranco de Los Lecheros, espacio frágil, que tal como se contempla en el Plan General de Ordenación Urbana, en el Plan Especial del Galacho de Juslibol y en la normativa existentes de explotación graveras debe contar con los permisos y evaluaciones de impacto correspondientes.

Vista de la gravera realizada en Alfocea.
 
Sin embargo dicha extracción no cuenta con ninguno de los permisos requeridos, generando un daño irreparable, no solo por su gran impacto paisajístico, al encontrarse frente al casco urbanos de la localidad y afectar al emblemático barranco de Los Lecheros y al entorno del Galacho de Juslibol además que se trata de un espacio de yesos, frágil y dicha extracción de gravas ha destruido  la vegetación gipsófila y ha ocasionado desprendimientos al cauce del barranco, además de ocasionar un talud de fuerte pendiente con grave riesgo de erosión al alterar drásticamente el relieve natural.

Las entidades ecologistas han requerido a la Confederación Hidrográfica del Ebro, a DGA y al Ayuntamiento de Zaragoza, conocer quién y qué tipo de autorización se ha dado para llevar abrir esa gravera que lleva a cabo la maquinaria de la empresa de áridos Carmelo Lobera. Pero no se ha obtenido respuesta alguna.

En los últimos tiempos, el escarpe del Ebro entre Juslibol y Alfocea ha sufrido graves atentados, incumpliéndose la protección municipal existente, como la intervención de hace año y medio en el escarpe del Galacho de Juslibol ,realizado también por la misma empresa de Carmelo Lobera sin contar con los informes previos de la Agencia de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Ayuntamiento, y el circuito clandestino de ciclos, abierto en Alfocea, ambos casos todavía están pendientes de restauración y denunciados por las asociaciones ecologistas.

Por  todo ello, demandamos la paralización inmediata de la gravera de Alfocea y la restitución de los daños causados, la investigación del procedimiento seguido para el encargo de la obra y la demanda de responsabilidades a los  políticos y técnicos que han consentido semejante despropósito durante tres meses.

En Zaragoza, 3 de julio de 2015.



1 comentario:

  1. Solo espero que este año que viene no tengamos que ver los campos inundados por vuestro oportunismo e insensatez

    ResponderEliminar